Sin tener las alas atadas
Cuando era niña siempre imagina que era un ave, cuando
iba a la playa abría mis manos y dejaba que el viento me despeinara mientras
corría, era una de las sensaciones más libres que mi ser sentía pero mientras
iba creciendo a veces esas alas se ataban a situaciones, aquellas que no me
dejaban avanzar y despegar hacia lo alto.
Me puse a pensar, en aquellas situaciones negativas
que nos impiden avanzar, mientras más vamos creciendo nos damos cuenta que el
mundo no es color de rosa y muchas personas pierden aquel corazón lleno de amor.
No topamos con situaciones difíciles, nos mienten, traicionan, engañan, juzgan,
critican e infinidades de momentos difíciles de superar (aparentemente) sin embargo
Dios está con nosotros, durante todo ese momento él está cuidándonos,
protegiéndonos, dando su mano, él quiere que sepas que eres su creación más
valiosa y toda lo que necesites para poder salir de aquello, él te lo dará.
2 Corintios 4:9
Perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero
no destruidos.
Quizá muchas personas nos hicieron daño pero algo
que entendí era que: Perdonar es avanzar, era liberarme de toda carga que este
mundo nos hace, perdonar también es ser valiente, no sé cuántos de ustedes
habrán pedido perdón aun cuando no han tenido culpa pero lo hicieron para
liberarse y es una de las cosas que Dios enseña, porque él realmente nos
perdona a nosotros de todas las cosas que cometemos, ya que su amor es más
grande que todo el daño.
Mateo 6: 14
Porque si perdonan a otros sus ofensas,
también los perdonará a ustedes su Padre celestial.
Cuántas veces hemos vivido con el rencor, hasta la venganza se cruzó en nuestra mente. Nuestro
pensamiento se centra en solo atacar a quien nos lastimó, sin embargo cuando
nos vengamos no estamos del todo sanos de la herida que nos hicieron, más bien
más lastimamos y es que a veces devolver la ofensa (daño ocasionado) nos
enferma más, nos separa de personas que quizá nos hicieron un daño que ni ellos
se dieron cuenta pero si perdonamos, conversamos y decimos todo lo que
realmente sentimos, cultivamos amor, cultivamos un avance, en un mundo donde
decir perdón a veces cuesta y mucho.
Proverbios 17:9
El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos.
Hace tiempo
atrás entendí que debemos amar a todas las
personas, con sus errores y virtudes, que si eres de las personas que
siguen a Jesús aun con más razón, porque son aquellas personas que necesitan saber de él, hubo un
tiempo que me aleje de mi mejor amiga, por una cierta razón de la cual yo no
estaba de acuerdo, al comienzo pensé que estaba bien porque éramos distintas y teníamos
visiones diferentes pero pasaron meses y pude entender que aun cuando una
persona cometa errores, como todo ser humano necesita saber que no está sola y
que no soy nadie para juzgarla, sino sólo soy una persona que está en este
mundo para amarla.
Amarte y aceptarte cómo eres. Que soy como tú,
un ser humano que a veces se puede equivocar sin embargo quiero que sepas que
aun cuando cometas el más grande error, el mayor perdón de tus pecados quien lo
puede perdonar es Dios, aun siendo el dueño de este mundo, el jamás te
rechazaría, ni señalaría, más bien te ama tanto que su amor bastará para que no
lo vuelvas hacer, perdónate, perdona y ama.
Lucas 6:37
No juzguen, y no se
les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará.
Mientras estaba de viaje en Piura,
Dios me hablaba desde hace 2 semanas sobre el perdón pero durante este viaje realmente
supe lo que era perdonar y avanzar, entre sentimientos y emociones de personas
que veo sonreír a diario encontré variedad de situaciones donde ellos luchaban
a diario, descubrí todo lo que han avanzado y lo grandes que son ahora, entender
que no están solos, Dios está con ellos
, que recurren a él cuando están pasando por tormentas y alegrías, realmente
aprendí de mis amigos y puedo decir hoy en día que jamás te alejes de personas
que quizá tengan una visión distintas a ti, más bien habla, conversa, amalas
y sé tú quien refleje un vida de
ejemplo.
Efesios 4:32
Más bien, sean
bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios
los perdonó a ustedes en Cristo.
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